El cuento de Matt y Laureen
Hace unos días durante mi turno de trabajo pasó algo muy curioso que me hizo pensar: -¿Hasta dónde van nuestros alcances cuando de conquistar se trata? ¿Cuáles son los acercamientos que son socialmente aceptables y/o correctos? ¿Cuáles cruzan la raya al lado creepy del asunto?- Aquí les va el cuento, ustedes opinen si es cursi, como me pareció a mí, un gesto de “Hollywood” o si es más bien un movimiento de stalkeo a lo -You-. Recibimos una llamada en el trabajo (para contextualizar trabajo en el área de hospitality and service) en donde un señor vamos a llamarle Matt, tenía un requerimiento muy específico: -mandarle un trago y una nota a una muchacha que tenía una reserva en el lugar-. Todo hasta ahí sonaba bien, estándar. Nos informó de su nombre y aseguró que se iba a encontrar con alguien ahí, pero no estaba seguro si la reserva estaba a su nombre o al nombre de otra persona, cosa que nos hizo preguntar: ¿cómo vamos a saber cual es la chica indicada? Entonces ahí, con pelos y señale...