Tusa de amiga

 En uno de esos ejercicios de analizar las cosas pasadas y sobretodo analizar patrones y conductas personales quiero hablar hoy de amores de la vida versión amistad, como la pérdida de una persona que queremos y admiramos tanto duele más que un rompimiento romántico; lo he vivido recientemente y este es un simple intento de recoger mis pasos y entender -¿que putas paso?-.

Sultana era mi amiga, nos conocimos por una simple coincidencia tiempo- espacio y desde el minuto cero hicimos clic, las dos teníamos una vibra similar, podíamos hablar horas y por raro que pareciera, el contacto físico con ella no era awkward, podríamos abrazarnos y consentirnos cuando lo necesitábamos (tengo muchos problemas con el contacto físico directo con las personas, me siento incómoda y creo que se me nota) fue mi lugar seguro y según comprendía, yo el de ella. Confié y lloré mares en su habitación, ella pataleo y declaró en la mía. En serio lo que uno llama amor de amiga, era eso y más.


Luego de un tiempo conocí a alguien y empecé a salir con él, de ahí en adelante mi relación con Sultana se fue quebrando.No fue inmediatamente, sino gota a gota, hasta que nos alejamos. Hubo muchos momentos incómodos entre las dos, comentarios feos, egoístas, atacantes de cierto modo. En ese momento yo no estaba haciendo las cosas completamente bien (no voy a decir que hice todo perfecto) pero nunca fue para afectarla directamente, todo el tiempo sentía que mi felicidad amorosa era una astilla para ella, simplemente no lo disfrutaba y desde el principio se noto.


Después de un tiempo y muchísima consideración decidí mudarme (si, adivinaron! Éramos roommates) sentía mucha tensión e incomodidad estando en casa; para los que han vivido en otro país saben lo importante que es sentirse pleno y seguro en su casa, es el único rincón donde encuentras refugio y descanso, yo por otro lado sentía todo menos paz, así que hice lo que cualquiera haría y decidí hacer un upgrade y encontrar un espacio para mi. 


-Lo más loco de este post es que ha sido escrito en dos tiempos, uno lleno de tristeza y nostalgia por la añoranza de un vínculo abierto y el segundo con amor, emoción y ganas de explicar lo cósmico, cómo si la conexión emocional pudiera explicar lo que estaba a punto de suceder.-


Continuamos…


Perdí  en ese momento a una persona que consideraba importante, pero no por las diferencias que teníamos sino porque la persona que yo creí siempre iba a darme la mano, que pensé que me apoyaría y empujaría en otras metas, se giró y me dejó de lado. Aun así estaba buscando su aprobación, su cariño y su interés, aunque no lo recibí siempre esperé que sucediera. Las dos decidimos seguir nuestro camino separadas, levantando la ceja, seguras de tener claro el punto de quiebre de la relación, pensando con el ego -’Si a ella no le importa pues a mi tampoco’- creando un argumento desde los traumas y el dolor causado, siempre iniciando desde el lugar equivocado y obteniendo el mismo resultado.


Pasado un tiempo y utilizando los métodos modernos de ahora (o sea instagram), compartí uno de nuestros post en mis redes a lo que ella reaccionó, lo leyó y ME LLAMO! para mi fue un ¡Boom! en la cabeza, primero porque llevaba días pensándola y escribiendo lo que sentía y cómo procesarlo, pero más que eso era cómo si la hubiese llamado con la mente, cómo si las sensaciones que yo estaba teniendo la hubiesen hecho sentir una pizquita de cercanía. En ese momento sentí que había llegado la hora de bajar las barreras y abrir un espacio al por qué.


En los días siguientes pudimos encontrar un espacio y hablamos desde nuestro corazón, nos dijimos lo que admiramos de la otra, agradecimos con mucho amor los momentos dados, el apoyo, esa chispa tan bonita que formamos. No voy a mentir, lloramos un poquito también. Fue una charla reparadora, pudimos haberlo hecho antes, claro que sí! pero sabemos que muchas veces la lucha no es contra la otra persona sino contra uno mismo, los argumentos que creas desde el dolor son mucho más difíciles de desbaratar cuando cada que lo piensas, pones limón a la herida. Haber tenido este espacio de entender su punto de vista, expresar el mio y desde ahí, con empatía y el amor aceptar los errores, pedir disculpas y recibirlas. 


Me di cuenta de cuantas charlas me he reservado para mi y cuantas charlas más deseo que tuvieran lugar… 


Si me lees y sabes que eres tú, quiero que sepas que fuimos reales, que tuvimos temporada 1, 2 y que estamos empezando la tercera. Que la tusa de amiga que sentí tú también la has sentido y que sabemos muy bien lo maluco  que es! Te agradezco por abrir tu corazón y compartir pensamientos y sentimientos que hoy abren la puerta a otro ciclo. Te agradezco por haber sido la persona que fuiste conmigo en aquel entonces y espero que podamos construir versiones muchísimo mejores de Sultana y Miel. Juntas. 


Es que a veces los amores de la vida no son romances, sino amistades que te marcan para siempre, lo importante es identificar esas sensaciones únicas, comprenderlas y cultivarlas, siempre de lado y lado.




Con mucho amor, 
Miel con Hiel. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Adulting

La teoría de la última vez

Los buenos cambios toman tiempo.