Amanecí pensando en t… mi, mi amor.

 Anoche mientras trabajaba escuché una canción de Rels B, y me quedé pegada… la escuché una, y otra, y otra vez… Me descubrí totalmente identificada con la letra… como si la tusa por la que fue escrita fuese mía, como si el autor y yo viviéramos las mismas emociones, como si hubiese pasado mil mañanas queriendo enviar este mensaje y nunca lo hubiese hecho.

Después de un rato navegando en la nostalgia, de recordar historias de amor que muchas veces ni siquiera fueron reales, reflexioné... ¿cuántas veces amanecemos o pasamos todo el día pensando en otra persona y le cedemos el poder de nuestra felicidad?

“Entre a tus redes pa’ ver cómo estás”

Navegamos horas y horas entre un perfil y otro buscando una señal que confirme nuestras sospechas (que por supuesto vienen desde el ego) y que nos dicen que ya consiguió a alguien mejor que nosotros, que tiene una vida más feliz o una persona más guapa y mejor. Nos dejamos a un lado, siempre vemos al tercero como el top sin fijarnos siquiera en lo que construimos dia a dia, seguramente lo que otros ojos SI notan.

Nos repetimos mil veces que era demasiado para nosotros, que fue nuestra culpa que no estuviéramos juntos y ni siquiera le damos paso a la vida o nos permitimos ver que quizás el o ella no eran destinados, o no nos harían realmente felices.

Qué tóxicos podemos llegar a ser... ¿cuántas veces le cedemos el poder de nuestra felicidad a un tercero que ni siquiera nos tiene en sus planes?

Hoy quería escribir este post para recordarte (y recordarme) que así como dicen muchos coach o mentores de lo que algunos denominan “positivismo tóxico”, pero que tienen algo de razón, la persona más importante de tu vida siempre eres tú.

Utiliza tu energía mental para crear, para sanar, para reflexionar en vez de stalkear y crearte historias falsas que te hacen daño porque le ceden el poder a la otra persona. Al final del día, tu energía es lo más valioso que tienes.

Sé inteligente, no la desperdicies.

Amanecí pensando en ti,

Canela y miel