El cuento de Matt y Laureen

Hace unos días durante mi turno de trabajo pasó algo muy curioso que me hizo pensar: -¿Hasta dónde van nuestros alcances cuando de conquistar se trata? ¿Cuáles son los acercamientos que son socialmente aceptables y/o correctos? ¿Cuáles cruzan la raya al lado creepy del asunto?- Aquí les va el cuento, ustedes opinen si es cursi, como me pareció a mí, un gesto de “Hollywood” o si es más bien un movimiento de stalkeo a lo -You-.

Recibimos una llamada en el trabajo (para contextualizar trabajo en el área de hospitality and service) en donde un señor vamos a llamarle Matt, tenía un requerimiento muy específico: -mandarle un trago y una nota a una muchacha que tenía una reserva en el lugar-. Todo hasta ahí sonaba bien, estándar. Nos informó de su nombre y aseguró que se iba a encontrar con alguien ahí, pero no estaba seguro si la reserva estaba a su nombre o al nombre de otra persona, cosa que nos hizo preguntar: ¿cómo vamos a saber cual es la chica indicada?

Entonces ahí, con pelos y señales nos cuenta Matt que más temprano ese día tomó un tren de una ciudad a otra, en el tren hablo con una chica llamada Laureen, que lleva puesto un vestido corto, rojo (inconfundible) y que tiene una reserva con otra persona a las 6:30 pm. Nos cuenta que fue una charla muy agradable pero que por las prisas olvidó darle su número, solo para mantener el contacto.

Mi compañera y yo, emocionadas por este gesto de cortejo hollywoodense ayudamos al tipo, quien muy amable (y confiado desde mi punto de vista colombiano) nos dicta su número de tarjeta de crédito, expiración, código de seguridad, mejor dicho todo para llevar a cabo su cometido.

Por último nos pide que escribamos una nota diciéndole a Laureen que había sido un gusto conocerla y que había querido darle su número (poniéndolo debajo) y firmando con su nombre. Hicimos todo, recibimos a Laureen, confirmamos su reserva, confirmamos su outfit y ejecutamos el plan tal cual Matt lo había pedido. Uno de nuestros compañeros, quien estaba atendiendo a Laureen se acerca para ver si todo estaba correcto y ella consternada le dice que ella tiene PAREJA, que charló amablemente con un señor en el tren y que no esperaba que pasara nada de esta situación. :(

Mi compañera y yo quedamos aburridas, primero porque ese tipo de requerimientos son muy random y casi nunca pasan por lo que esperábamos que terminara bien. Siendo optimistas y cursis comentamos que era un gesto romantiquisimo que el man buscará el único medio de comunicación que tenía y simplemente lanzo sus dados, esperando que la fortuna jugara a su favor. Por otro lado, si lo vemos un poco más enfocados en la seguridad, que tan fácil es ubicar a una persona con uno o dos datos que sean reales, así como el eligió solo dejar su numero, pudo haber llegado hasta ahí y bueno no sabemos que otros alcances puede tener una persona a la que le gusta demasiado otra.

¡Es que la tecnología ha facilitado tanto todo!

Creo que todos en algún momento hemos utilizado las redes sociales para saber de alguien, un ex, una persona que nos gusta, tu némesis de la universidad, etc. Las redes sociales nos han brindado información libre y limpia desde el día 0. En esta situación puntualmente, fue super fácil encontrar el lugar y llamar porque está a una búsqueda en google de distancia, entonces, a lo que voy con toda esta introducción es - hasta donde el stalkeo es normal y donde cruza la raya a lo creepy -.

Más de una vez he sido una loca compulsiva (I admit it, I’m guilty as charged) he buscado informacion que no tenia como mas conseguir y he saltado de perfil en perfil encontrando respuestas y atando cabos sueltos. Gracias a ello he podido ver panoramas que mi corazón no había querido y como parte del proceso también acepté realidades vistas con mis ojos, que no pude haber aceptado simplemente con el corazón. Es que una foto habla más que mil palabras.

He vivido el stalkeo de las novias de mis ex, del tipo a que no le pare bolas, de la tía que me odia y que ama echar mierda de mi vida, he vivido el stalkeo de compañeros de colegio que no veo hace un millón de años y me he dejado contaminar por flashbacks del pasado con un simple -@juanita ha visto tu historia-. El stalkeo es un movimiento constante y sonante, pero de nuevo me pregunto, ¿cuándo cruza los límites? ¿Lo que hizo Matt está mal? ¿Porque Laureen no habló de su pareja desde un principio así que Matt no tomaba una charla cordial por el lado incorrecto? 

Desde el fondo de mi corazón deseo que Matt encuentre la persona que valore que él mueva cielo y tierra por encontrarla, que esos gestos románticos no mueran en la definición de stalkeo creepy, ojalá sean reconocidos como el esfuerzo extraordinario de encontrar a tu one.

¿Que opinan ustedes? ¿Laureen debio textearle para agradecerle? ¿Matt se paso de loco y no considero que estaba yendo muy lejos? Comentemos de esto! 

Ojalá que un día a todos nos llegue nuestro Matt (quien espero no tuviera malas intenciones) y hagan lo imposible por volverlos a ver. 

Con mucho amor, 

Miel con Hiel.